jueves, 10 de mayo de 2012

El humo del cigarrillo me quema la garganta y me hace toser. Hace tanto que no fumo que creo que ya hasta me olvidé de como. Pero como hace tanto que no fumo, siento que la cabeza se me llena de humo y pienso con menos claridad. Y eso me gusta, porque cuando empiezo a pensar  con claridad empiezo a tener miedo. Tengo tanto miedo. Miedo a todo. Miedo a que las cosas terminen, miedo a que otras cosas comiencen. Miedo a conocer gente, miedo a caerles mal. Miedo a no ser suficiente, miedo a que te vayas, a que me dejes, a que me reemplaces. Miedo a estar enferma,  miedo a engordar, miedo a morirme de miedo un día. Miedo a que la rubia psicótica me agarre un día en la calle. Miedo a que cualquiera me agarre un día en la calle. Miedo a que me asalten, a que me peguen, a que me violen, a que me rompan. Soy frágil, dicen. ¿Me voy a romper tan fácilmente? ¿O ya estoy rota? ¿O no estoy rota, pero estoy harta de estar tan entera para todo? No quiero consuelo, ni palabras tranquilizantes, ni consejos. Quiero empatía, nada más que empatía.

2 comentarios:

  1. La empatía es fundamental en la comunicación humana. La palabra comunicación deriva de COMÚN, lo que tenemos en común. Por lo tanto, empatía es la capacidad de ver cada vez más aspectos positivos del otro, tener más aspectos en comun. Eso depende de uno mismo
    no del otro. (Ronald C. Stern)

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  2. Probablemente mi negatividad me lleve a que pocas personas sientan empatía por mi. No se, realmente, si es eso o si directamente no saben que siento como para empatizar.

    P/S: ¿Tenés un blog que pueda leer?

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